domingo, 25 de abril de 2010

No es nada fácil

La vida no es fácil. Si pensamos que las cosas buenas de la vida nos llegarán con facilidad estamos inmensamente equivocados.
¿Qué tendría la vida de especial si todo fuese sencillo, si existiese ese manual de instrucciones que muchas veces pedimos a gritos? Nada está programado y quizá sea eso, lo inesperado de las cosas, lo que las hace así, especiales.

Es un error por nuestra parte vivir pensando en lo infelices que somos mientras nos sentamos en una esquinita a esperar que la felicidad decida llamar al telefonillo. Despierta. Eso no ocurrirá.
La felicidad no es algo que haya que buscar desesperadamente, no, así no, si la buscas así jamás la verás porque te equivocarás al buscarla, no tiene la forma que te imaginas, ni está en un solo lugar. Está en muchos, muchísimos lugares y tiene muchas muchísimas formas, no hay que buscarla pero tampoco hay que sentarse a esperarla. Simplemente hay que desearla y vivir cada instante comprobando… al darle la mayor intensidad posible o si por el contrario es ahí donde está la felicidad, vivir pensando que la vida en si es felicidad nos hará sentirla.

-Mírala que bonita es la vida en sí… –dijo asomándose a la ventana y señalando a la gente que pasaba por la calle. Gente normal, siguiendo una vida normal, haciendo cosas normales. ¿Qué es normal?... Ellos, segundos actores de su película ajenos al dialogo principal – Encontraré lo que tenga que encontrar y recorreré los caminos que tenga que recorrer, pero lo que realmente me importará será el poder reconocer que la intensidad se mide en segundos y no en intervalos mayores…

-Déjame pues que sea yo quien te enseñe, déjame ser yo quien te muestre que esa es la mayor verdad que existe.

sábado, 24 de abril de 2010

Atrás

Tú te vas y yo me quedo aquí, enamorada de ti y de tu recuerdo. Y en cada mano una mitad de mi corazón.

Tengo entre mis dedos trocitos de las alas de aquellas mariposas… se las arrancó el tiempo y la distancia. En cada suspiro ven como se les va su vida. Ya no saltan, ya no vuelan, ya no bailan, ya no… Ahora no tienen alas.

Mis sonrisas se han visto expuestas a una resta de gran consideración, mi corazón ha sufrido una división y mi desilusión ha sumado alguna que otra unidad más.