lunes, 13 de diciembre de 2010

Corto viaje a una estrella


Es tan grande el universo y somos tan pequeños nosotros.
Mira, allí al cielo, observa cada estrella, tan minúscula. Sabes lo grande que es cada una.
Olvidate... olvidate de ti, olvidame de mi...
Viaja, ponte al lado de ellas y mira hacia abajo, que pequeño el planeta...
que insignificante una sola persona... que insignificantes las miles de tonterías que arruinan nuestros preciosos días...
Y es increible, que tengamos que soñarnos al lado de una estrella para poder ver la insignificancia de las cosas matinales...
Debemos soñar para poder ver la realidad... paradójica vida... paradójico destino...

Día a día olvidamos tantas cosas importante y apostamos por aquellas que serán olvidadas en cuestión de instantes...
Pero acaso, ¿se puede vivir de sueños?
Pero acaso, ¿se puede vivir de realidades?

domingo, 7 de noviembre de 2010

Tiempo



Tras este otoño gris llega el invierno, y tras él vendrá la primavera… y así antes de que el tiempo se vuelva lo miraré a la cara para decirle adiós entre labios. Ni siquiera tendré lugar a ver el rostro que ha puesto en este 2010. Se va tan rápido, tiene tanta prisa… que ni nos damos cuenta.

Sin embargo, existen días en los que se sienta en un rincón y no hay quien lo mueva. Lo maldecimos, lo aclamamos, lo odiamos, lo deseamos según el día podemos sentir una cosa completamente distinta hacia él.
Hay días que le damos poderes curativos y otros en los que se mete a abogado y juzga separaciones, el caso, es no parar, tener siempre un plan entre manos. Así es el tiempo, tan caprichoso que nunca sabes que puede depararte.

Aunque por mucho que digamos, tenemos que ser conscientes de que simplemente actúa y que lo que se rinde ante él es lo que no es fuerte y por el contrario gana lo que sí que lo es. Y ganar no es en el abecedario del tiempo sinónimo de mantenerse, sino de perdurar en la memoria del paso de los años.

Perdura aquello que tiene que hacerlo y muere lo que se le ha acabado su momento. Pero es complicado darse cuenta de qué caducó y qué no tiene fecha.
Lo importante de los momentos de la vida no debería ser el tiempo que duran o dejan de durar sino la intensidad con la que se viven en el tiempo en el que se mantienen.
Si, es verdad, que las cosas que duran más tiempo tenemos mucho más lugar para darnos cuenta que están ahí que las que duran instantes, sin embargo a pesar de esta mayor importancia que se les suele conceder a las cosas duraderas hay muchas de ellas que pasan tras largos años inadvertidas y sin embargo, varios segundos te pueden cambiar la vida por completo.

Lo importante es no sentirse nunca viejo, aunque se tenga cien años, y no dejarse robar tiempo. Nunca es tarde para vivir, nunca es tarde para ser feliz o pasar buenos momentos, momentos que pueden o no cambiarte la vida pero si que mínimo te la hacen un poquito más dulce.

viernes, 27 de agosto de 2010

Fallar



Fallar…
¿por qué fallamos?
En la mayoría de ocasiones fallamos porque no queremos darnos cuenta de las evidencias. Por que estas se presentan ante nosotros limpias y aseadas y hacemos como que no las conocemos. Les damos la espalda y echamos a correr.
Imaginamos que quizá mucho más allá de lo que puede parecer se esconde lo que tal vez sea… y ese tal vez sea no es más que lo que nosotros quisiéramos que fuese, pero no lo que en realidad es.
En definitiva el error está en nosotros mismos, en idealizar y no “real-izar”. Bajemos de las nubes que éstas van muy deprisa… o mejor recordemos que son vapor de agua y no pueden sujetar nuestro peso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

PIDO PERDÓN



Lamentable error...
pido perdón, confundí la brisa fresca con el hielo
confundí un poco de polvo con la más altiva de las tormentas de arena
confundí un rayito de luz eléctrica con un amanecer a dos centímetros del sol
confundí una gota de agua con un océano azul
confundí una mirada más con la mirada destacable
confundí unas palabras cualquiera con las palabras de tu corazón
pido perdón, por haberte confundido a ti con otros
pido perdón, por mi impaciencia
y pido perdón por desearte de esta manera loca...

Tropecé, me descoloqué, perdí de mi vista la línea del tiempo y ahora ando perdida en el espacio buscando el momento de encontrame contigo

sábado, 7 de agosto de 2010

SALTA













Depositaré las alas en una esquina.

Aún no había aprendido a volar y ya quería saltar desde el precipicio más alto. Me precipité y solo ahora me doy cuenta.
Se quedarán ahí y quizá dentro de algunos años sea el momento de volver a cogerlas.

Pero eso no quiere decir que no deba ir ensayando, que no deba ir aprendiendo poco a poco a volar. Emperazaré con saltos pequeños, estiraré mis brazos para medir la distancia que hay desde la punta de mis dedos hasta las estrellas, intentaré hablar con la luna, aunque sea a gritros y aunque haya días que no esté de humor ni siquiera para decirle "hola".

Porque por mucho que quiera y por mucho que duela, ellas seguirán ahí día tras día y yo no tendré dieciocho años eternamente.

Estiraré mis brazos, me agarraré de la mano que esté a mi lado y saltaré... Sé que quizá muchas veces necesite otro tipo de mano, pero la que esté será la que tenga que estar y ese otro tipo llegará cuando tenga que llegar.
Es imposible predecir cuando podré echar de menos, es imposible predecir cuando echaré de más. Es inútil intentarlo. Pero lo que si que puedo afirmar con certeza es que habrá momentos para todo y que no podré evitarlo. Quizá llore cuando deba reir o quizá ria cuando deba llorar. Pero así es la vida, para eso está hecha.

Un vagabundo en la casa real, una princesa en un burdel, un avión en el mar o un barco en cielo, ¿quién sabe hasta donde se puede llegar?
Me propondré el reto de atravesar el mar en bicicleta y respirar bajo el agua. Me propondré ver la vida de otra manera, más fácil, más clara, sin que me duela.

jueves, 22 de julio de 2010

GUARD


Aguarda, tranquilo, en calma. Encontrarás la esquina que guarde el cofre de las tiritas, allí permanecerás un tiempo en la sombra hilvanando los retales de tu nueva vida. Y en medio del llanto nacerá una risa, como el arcoiris. Será el principio de todo lo que te queda por vivir.
Anda corazón, descansa que el camino es largo y el viaje aún no ha empezado.

viernes, 9 de julio de 2010

Solo quedarán los recuerdos.

Como duelen, como golpean los errores en mi cabeza una y otra vez.
Es tan gran grande el hueco que dejas… que tenía miedo de cerrarlo “por vacaciones”… aunque solo estuviese lleno de papel de periódico arrugado. Pero es inevitable, tengo que cerrarlo, porque ya y aunque no quiera verlo, solo eres eso… papel de periódico arrugado que a cada instante destiñe sus viejas letras sobre mis manos y corta mi piel con sus finas hojas.

Poco a poco voy sacándote de mi vida… poco a poco te vas yendo. Pasarán los años… y quizá cuando pasee por alguna esquina de quien sabe que ciudad el aire sople y golpee mi cara y con ese aire tus recuerdos regresen a mi memoria, en mi rostro se marcará una media sonrisa de Mona Lisa queriendo decir “lo que pudo haber sido pero no fue”, y el siguiente paso borrará esa sonrisa.

Quizá por algún lugar, cuando pasen los años, escuche aquella canción y recuerde tu voz. Quizá algún día alguien pronuncie tus palabras y yo me acuerde de ti. Quizá de todas aquellas sonrisas que se crucen a lo largo de mi vida, alguna me recuerde a ti. Puede ser también que crea verte en algún lugar, puede ser que note tu ausencia en las soledades profundas… puede ser. Pero aunque sea, sé que todo seguirá. No habrá rueda que frene, tal cual todo continuará y tú te quedarás en aquella esquina de aquella ciudad perdida o en aquel lugar o en aquella persona, donde un día te recordaré por un instante. Y serás eso, recuerdos de lo que pudo haber sido pero no fue…

miércoles, 30 de junio de 2010

CÉSPED

Oler el césped,
sentarse en el césped,
acariciar el césped.
sentir el césped bajo tu ropa apretando,
sentir el filo, cortante, que incluso puede hacer daño.
Cortarte con el césped,
estaba escrito.
Tan bonito,
tan místico,
pero al final siempre corta
siempre
corta
al final.

Sermultipolar es horroroso. Oh deseada inteligencia emocional ¿dónde te escondes?

lunes, 14 de junio de 2010

T u b i e n v e n i d a

Hoy mi “tú” cambia de aspecto, tiene un color a fresas y un olor a rosas por la mañana.

Yo odio llorar y tú dices que te encanta, que es como ver un hielo derretirse. Todo esto, a fin de cuentas, son confesiones, de un corazón o de una mente maléfica pero confesiones… y yo, a fin de cuentas, y según tú… soy como un glaciar. No voy a guardarte nada, no quiero esconderte mis pensamientos. Te doy la bienvenida aquí, todo estará. Solo lee lo que crees que debas leer.

Sabes que es mi mejor manera de expresarme (escribir), pero no sabes que me cuesta cuando algo me viene muy grande y de golpe. Que pueden pasar meses sin que salga de mí una sola frase… pero poco a poco como con cuentagotas va saliendo. No pude escribirte. Era tanto que no pude realmente. Necesito tiempo, siempre me pasa igual y poco a poco va saliendo. Una gota hoy, otra mañana y de repente quizá un día se monta la tormenta. Así soy.


Llevo algún tiempo sin respirar y ahora aquí me viene todo el aire de golpe, necesito cerrar los ojos y sentirlo. Sentir como atraviesa mis fosas nasales y mi garganta, sentir como inunda mis pulmones y me transmite calma. Necesito abrir los ojos y que todo lo que haya a mi alrededor sea “lo de siempre” eso que te transmite seguridad. Ahora estoy vulnerable y necesito eso. Necesito sentir que aún estoy viva, que un día tuve momentos de fortaleza.

Tú, me das mucho, me aportas magia y complicidad, transformas momentos normales en segundos de oro y vuelves de color paisajes oscuros. Evitas que tenga miedo a la oscuridad al tenderme tu mano, y me das fuerza al hacerme ver que soy una de tus razones. No quiero perder eso, pero entiende que no es posible dar, cuando la caja está vacía. Que no es posible querer plenamente cuando aún duelen las heridas… que no es igual lo que sale de un corazón sano que lo que pueda venir de un corazón en proceso de cicatrización.
Esta herida es grande y no sé el tiempo que tardará en sanar. Sé que estarás ahí y quiero que lo estés, pero también quiero y aunque sea mucho, te pido que comprendas mis ausencias. No falto por qué no quiera estar contigo. Falto porque estoy pasando consulta, porque ando de médicos haciéndome curas…

Necesito que entre aire y que me abrace el tiempo.
Necesito que pase lo que pase no olvides que un día existí en tu vida y que aún, mejor o peor, sigo existiendo.

H o y n o a b r e

Elegí destino, planeé el viaje, hice mi equipaje de ilusiones, risas y algún que otro cuento, llené el maletero. Todo estaba listo, la fuerza, la energía, las ganas… todo puesto en esos días. Me monté en el asiento del conductor y sin carnet ni experiencia arranqué el motor, pisé a fondo e inicié el camino. Solo una parada antes de nada. Respostar. Cuando llegé, todo estaba cerrado. Me olvidé… hoy la gasolinera no abre.

sábado, 8 de mayo de 2010

Un nuevo huésped

El dolor ya está empezando a formar parte de mi, parece que va encontrando su lugar en mi mente y en mi corazón.
Me cuesta respirar. No consigo completar adecuadamente las respiraciones.
Está comenzando a hospedarse y no para de moverse en mi interior.

Que tristes son los días sin ti… que vacíos y que llenos de sombras. Al igual que ayer te echo de menos… pero ahora sé que pase el tiempo que pase, no será posible dejar de echarte de menos. Quizá consiga recordarte de otra manera y no caer al suelo al pensar en ti. Pero descarto la idea de olvidarte o de dejar de echarte de menos.

lunes, 3 de mayo de 2010

He vuelto a tener razón

Sentir que no existe un mañana factible, que del hoy no se puede pasar. Que no importa quien esté, quien estuvo o quien estará. ¿Quién estará? Nadie estará. Nunca más. Nadie volverá a cruzar esta barrera para adentrarse dentro, romper todo y volver a irse, así sin más. Dejando abiertas de par en par las puertas, destrozando los candados y deshojando las paredes. Rompiendo las losas del suelo y fundiendo todas las bombillas, que un día no muy lejano cambió con sus propias manos. Ahora respirar es un proceso fisiológico sin ningún sentido más, imposible evitar. Aunque realmente me parezca innecesario. Nada nunca mejorará y realmente prefiero que sea así. Todo está por estar, la magia o aquello inexplicable fue un ingenio de mi cerebro por huir de la normalidad. Nada fue real, un sueño. Un maldito sueño que crea esperanzas y luego las destruye al chocar con la realidad. Despertar y chocar… chocar. ¿De qué sirve soñar? ¿Para que soñamos? ¿Por qué? ¿A qué viene esa farsa? Imaginar por unos momentos un mundo de colores, ideal para luego despertarte y darte cuenta de que nada de eso es real. Que es imposible. Una toma de conciencia, un “mira esto que bonito, que maravilloso, ¿lo ves? Que cerca lo tienes, puedes casi tocarlo… olerlo… saborearlo… sentirlo… ¡Pues jamás lo conseguirás, jamás será tuyo! ¡Tenlo claro eh, jamás será tuyo!”.

“Me has devuelto la ilusión” me dijiste. Pues bien… tú me la has quitado. Para siempre. Odio que sea así, pero he vuelto a tener razón. Esto no es sino una prueba más de que desgraciadamente tengo razón. Tú que conseguiste que me plantease un posible error en mis teorías, una refutación de mi realidad propia. Tú que casi me convences. Tú que me hiciste pensar que podía existir la “felicidad”, tú. No. No es así. Lo que has hecho más bien, es confirmar más mis modelos, convertirlos en teorías. Afirmarlas empíricamente. Darles consistencia y una prueba más de su fiabilidad y veracidad. He vuelto a tener razón, lo lamento. Pero lo he vuelto a hacer.

domingo, 25 de abril de 2010

No es nada fácil

La vida no es fácil. Si pensamos que las cosas buenas de la vida nos llegarán con facilidad estamos inmensamente equivocados.
¿Qué tendría la vida de especial si todo fuese sencillo, si existiese ese manual de instrucciones que muchas veces pedimos a gritos? Nada está programado y quizá sea eso, lo inesperado de las cosas, lo que las hace así, especiales.

Es un error por nuestra parte vivir pensando en lo infelices que somos mientras nos sentamos en una esquinita a esperar que la felicidad decida llamar al telefonillo. Despierta. Eso no ocurrirá.
La felicidad no es algo que haya que buscar desesperadamente, no, así no, si la buscas así jamás la verás porque te equivocarás al buscarla, no tiene la forma que te imaginas, ni está en un solo lugar. Está en muchos, muchísimos lugares y tiene muchas muchísimas formas, no hay que buscarla pero tampoco hay que sentarse a esperarla. Simplemente hay que desearla y vivir cada instante comprobando… al darle la mayor intensidad posible o si por el contrario es ahí donde está la felicidad, vivir pensando que la vida en si es felicidad nos hará sentirla.

-Mírala que bonita es la vida en sí… –dijo asomándose a la ventana y señalando a la gente que pasaba por la calle. Gente normal, siguiendo una vida normal, haciendo cosas normales. ¿Qué es normal?... Ellos, segundos actores de su película ajenos al dialogo principal – Encontraré lo que tenga que encontrar y recorreré los caminos que tenga que recorrer, pero lo que realmente me importará será el poder reconocer que la intensidad se mide en segundos y no en intervalos mayores…

-Déjame pues que sea yo quien te enseñe, déjame ser yo quien te muestre que esa es la mayor verdad que existe.

sábado, 24 de abril de 2010

Atrás

Tú te vas y yo me quedo aquí, enamorada de ti y de tu recuerdo. Y en cada mano una mitad de mi corazón.

Tengo entre mis dedos trocitos de las alas de aquellas mariposas… se las arrancó el tiempo y la distancia. En cada suspiro ven como se les va su vida. Ya no saltan, ya no vuelan, ya no bailan, ya no… Ahora no tienen alas.

Mis sonrisas se han visto expuestas a una resta de gran consideración, mi corazón ha sufrido una división y mi desilusión ha sumado alguna que otra unidad más.